Que no te tomen en serio
cuando llamas,
cuando a gritos silenciosos
tu alma un espacio reclama.
Que triste que nadie
acuda a tu encuentro
cuando desde hace mucho
tus gritos se ahogan.
Que triste es romperse y no disolverse,
que triste es cuando las heridas
se abren cada vez que el eco de los recuerdos
merodean y se esconden entre las cobijas
Que triste es estar desahuciado
y no encontrar la cura de esa soledad
que te hacer navegar entre espinas.
Que triste es decirle a la vida que no
cuando vivir se vuelve un desafío
de noche y de día.
*Lucero Jazz